viernes, marzo 22

Más acerca de ella...

Una noche más y ella está en todos mis pensamientos. Pienso detenidamente lo que quiero hacer, ¿realmente quiero conquistar su solitario corazón?, ¿en verdad quiero darle lo poco que tengo y lo mucho que ansío tener?, ¿puedo darle la misma seguridad y estabilidad que un hombre adulto? Sé que no es correcto, empezando por el sexo, ella es una mujer… ¡igual que yo! La segunda problemática es la edad, a comparación, yo soy una pequeña inocente carente de experiencias y ella una mujer que -supongo- ha vivido muchísimo más cosas que yo pero mis deseos de quererla mimar están allí; siempre que la pienso quisiera tenerla entre mis brazos y darle mí calor, mí cariño, inundarla de amor, este amor que quema por dentro pero se evapora al tocar su fría barrera.

No sé si en verdad esté sola en la ciudad, si sea verdad que la universidad es toda su vida y salga muy pocas veces pero de ser así yo quiero ser su acompañante incondicional, quiero volverme parte de su vida y que ella se vuelva parte de la mía. Ella tiene lo que busco y me hace falta y yo quiero ser lo que la haga más completa. La inseguridad me hace pensar que soy una niña jugando a enamorarse, una estúpida ilusionada de un amor inalcanzable, una tonta buscando calor donde sólo hay frío. Busco un amorío de secundaria con alguien que no le interesa volver a jugar a los novios porque ya jugó pero yo quiero comenzar.
Amar implica sacrificio y constancia, sufrimiento y entrega. Estoy dispuesta a todo eso con tal de que algún día pueda quererla como quiero para después amarla cada día de mí vida. Su actitud sarcástica despierta un interés por querer conocerla, deseo aprender de ella y todo lo que tenga para enseñarme, escucharía todo lo que tenga que decir; la apoyaría en todo momento, estaría al pendiente de ella cada instante que pudiera, todo eso y más. Por sobre todas las cosas creo que su soledad es lo que más me atrae. Ansío ser la persona que la haga sonreír cuando se sienta sola. Quisiera ser quien le de calma cuando esté con estrés. Si cree que no estoy a su nivel y tengo que pasar mil y una noches en vela estudiando para acoplarme a ella, lo haré.

Nunca voy a saber que es amar si no lo intento. La vida no es siempre color de rosa, las cosas nunca llegan por si solas, uno tiene que actuar y yo he decidido actuar sin importarme que tenga un novio, él no me interesa, sólo me interesa ella... sé que es egoísta este deseo de querer destronar al rey para reemplazarlo por una princesa, pero ésta princesa luchara como un príncipe por conquistar el corazón de la reina que robó mí corazón con su forma de ser porque nunca me he fijado detenidamente en su físico y no me interesa que no sea el mejor de todos.
Ella misma ha dicho que no interesa la cantidad, sino la calidad, la eficacia de una pareja porque no sirve de nada tener montones de pretendientes si todos ellos son unos idiotas. Pienso que no soy una idiota más de ese montón. Este amor por ella es real y aun ando en búsqueda de cómo hacerle saber que no pretendo jugar a los enamorados sino que quiero que me permita quererla y respetarla de una manera adulta, esa manera que aun estoy intentando descubrir. A pesar de que probablemente me llevé una desilusión viviré con el confort de que lo intenté y no me quede de brazos cruzados esperando a que el tiempo pase para luego pensar en el inexistente hubiera. En caso de fracasar sé que hay muchos más allá afuera pero si llegase a triunfar no habría nadie más que ella, esos "más" no me interesarían y haría lo posible porque a ella tampoco...

La lucha ha comenzado y no podré avanzar hasta que el rey deserté o la reina lo eche del castillo. Hasta entonce ésta princesa seguirá entrenando para tratar de tener la habilidad suficiente al librar la batalla final. Triunfe o fracase: que no se siga que no lo he intentado.

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