lunes, septiembre 22

La capital no es como antes

Sin darme cuenta cargaba los traumas que mi madre tenía acerca de la capital, siempre me contó que la vida ahí afuera era difícil, que era complicado saber en quién confiar y nada era gratis, era muy extraño que alguien te regalara algo o te ofreciera ayuda de manera voluntaria. Tuve que tomar muchas prevenciones para emprender mi recorrido a la capital, cuidé mi lenguaje y tuve que ocultar mi lugar de origen.

Conforme mi viaje transcurría me fui encontrando con personas muy amables que me ofrecieron su ayuda de manera voluntaria para salir adelante. Conseguí que me rebajaran el precio en muchas compras que hacía y he hecho algunos amigos que hablan mí mismo idioma, así como, otros que no son de la capital pero hablan muy bien el idioma de ahí; yo aún no lo domino pero logré entenderme con ellos.

Llegué a la conclusión de que mi madre exageraba en sus historias o simplemente le tocó vivir los tiempos difíciles de la capital. Tenía muy contados a sus amigos, podía contarlos con una sola mano y le sobraban dedos. Ella siempre fue una mujer solitaria y la única vez que brindó su confianza fue a un comandante dueño de un gremio poco conocido; tenían que irse con cuidado para reclutar gente porque solo aceptaban personas foráneas que hablaran cierto idioma (mí lengua natal).
Antes, si te veían hablando en otro idioma públicamente eras sancionado, dependiendo del humor del rey podías o no salir con vida de esa situación.

Mi madre se enamoró de ese comandante, de hecho es mi padre a pesar de que crecí sola… Una noche él traicionó a mi madre, le robó dinero, pertenencias y desapareció, cuando volvió a encontrarse con él lo negó todo y al ser inspeccionado no se encontraron pruebas, posteriormente a la investigación se descubrió que tuvo un cómplice que ocultó las cosas pero el caso ya se había cerrado. Yo decidí no ser solitaria como mi madre al darme cuenta que la comunidad había cambiado.

Dejé a un lado todo lo que creía saber y empecé a crear memorias desde cero, sin dejar de lado algunas precauciones. Ahora es mí turno de vivir mis propias experiencias y no aferrarme a las que alguien más vivió.

jueves, agosto 21

Fragmento IX

Es una mujer inteligente, carismática, algo atlética y sobre todo hermosa. No es el tipo de persona que imaginarias paseándose por su casa en la madrugada con blusa de tirantes y boxer en busca de algún refrigerio que calme su antojo nocturno; mucho menos el tipo de persona que bebería directamente del cartón de leche o que se la pasaría jugando videojuegos a altas horas de la noche después de haber acabado sus pendientes. Eso era lo que pensaba hasta que empecé a vivir con ella… la imagen de la mujer cuidadosa y delicada se vino abajo cuando descubrí que era tal y como he mencionado, pero me reconfortaba que tuviera la confianza para mostrarse tal y como es aunque aún no me acostumbro a verla abrir el refrigerador a cada hora solo por dar un sorbo a la leche y terminar trayendo la caja a la habitación en la tercera o cuarta vuelta.

miércoles, mayo 14

Amigos para un antisocial

Algo me revuelve el estómago, ¿será la cólera? No me comprendo a mí mismo, realmente soy bastante extraño y horrible.
No sé si me gusta más tener amigos o conocidos. Los amigos son complicados, no sé conservarlos a diferencia de los conocidos; puedes hablarles sin la necesidad de tener que hacerlo en un periodo próximo de tiempo. Las relaciones perfectas no existen.
¿Los amigos para siempre existirán? Si continuo de ésta manera no existirá eso para mí.
Sinceramente, no me tendría a mí mismo como amigo.

No fui hecho para las relaciones sociales... ¿cómo soportó aquella persona mi horrenda forma de ser?

lunes, marzo 17

Juego inconcluso

Después de un año y medio se me ha dado la oportunidad de reanudar la partida que me hicieron dejar porque era demasiado joven para aquella experiencia. Mi madre me confisco aquella consola con el juego dentro e intente buscarlo sin éxito alguno… me sentí muy desdichada y con la intriga de saber si realmente esa consola me gustaría o no, nunca tuve la oportunidad de conocer al máximo el funcionamiento de la misma, apenas y conocí el juego con el que venía, el único juego que posee de hecho, no necesita más. Algunos dicen que el juego nunca termina y siempre hay algo nuevo por hacer y descubrir, otros afirman que tiene un doloroso final.

Ha pasado bastante tiempo, en ese lapso de tiempo siempre dije que el estilo de aquella consola no era para mí a pesar de que el juego me encantaba. El diseño de la consola era algo que nunca antes había visto en el mercado y la terminé adquiriendo por curiosidad. Debo felicitar a los programadores de su único juego porque lograron que me gustara un género distinto gracias a su cómoda jugabilidad e interesante historia.
Han salido bastantes consolas y juegos al cabo de este año y medio pero ninguna me ha satisfecho tanto como aquella, no encuentro ese atractivo que me hace enviciarme hasta la madrugada, de ser posible hasta el día siguiente.

Mi madre no sabe que he encontrado su escondite secreto, empecé a jugar a sus espadas; empecé un juego nuevo para recordar porque me gustaba tanto hasta que lo he recordado pero no he continuado mi partida anterior, quiero volver a llegar al mismo punto de antes y ver si he tomado mejores decisiones que en la partida anterior. Estoy ansiosa por llegar y al mismo tiempo me da miedo avanzar, ¿y si la historia deja de gustarme? Pero es un riesgo que estoy dispuesta a correr.

jueves, febrero 20

Fragmento Vlll

Quiero escribir millones de cosas y al mismo tiempo desearía que ya estuvieran escritas para no tener que hacer nada. Todas estas ideas, me pregunto si verán la luz antes de que se desvanezcan dentro de mi mente. No es que me falte inspiración, me falta motivación para querer ponerme a actuar en ese mismo instante.
Hasta entonces, seguiré recopilando mis ideas hasta que pueda nacer una pequeña historia de ellas.