jueves, junio 9

Flores de una amistad fragil

Eres mi mejor amigo y hacemos todo juntos.
Eres con quien puedo estar y platicar de todo abiertamente, siento que me comprendes y siento el no poder comprenderte. Creo que no te comprendo pues no me cuentas muchas cosas.

Somos diferentes en varios aspectos, eres muy callado a diferencia mía, eres tímido e introvertido, y yo todo lo contrario, podría decirse que lo único que tenemos en común es nada.
¿Cómo es posible que seamos amigos?...¿mejores amigos?
Es un misterio pero me agrada tu presencia. Espero que a ti también la mía.

Tenemos sueños diferentes para el futuro.
Te apasiona la botánica y a mi el teatro.

Siempre que te veo; estas estudiando algo relacionado con las plantas, a veces quisiera ser una planta para que me prestes la misma atención.
En ocasiones creo que solo soy un estorbo para ti. Te he encontrado platicando más alegremente con una planta que conmigo, ¿acaso las rosas te prestan más atención que yo?, quisiera saberlo.

Siempre tienes un olor a tierra mojada, como el pasto recién regado. Es un olor agradable.
Estar recostada en tu hombro se siente como estar acostada en el pasto fresco.
Tus manos pierden su suavidad cada día más. Siempre cuidas las plantas sin guantes, dices que con ellos no puedes sentir bien que es lo que necesitan y el verlas tanto es para saber que quieren puesto que no pueden hablar.
Cuando me cuentas sobre tus experiencias en el invernadero, lo haces con tal pasión en tus palabras que me pone celosa, sí, encelo esa pasión y felicidad que despierta en ti aquellas plantas.
Calle y solo te escuche, quería asemejar ser una de ellas; tal vez de esa manera me hubieras querido más en aquel momento.


Ha llegado el día, mi primera presentación en una obra e insistí en que fueras.
En cada acto estaba pendiente del público pero simplemente no estabas. Ya es mi turno de actuar. Al no verte entre el público mi actuación no fue perfecta como en los ensayos; en verdad estaba anciosa de que me vieras en el escenario, que compartiera mi afición así como yo la tuya. Al menos creía que la compartía al escucharte sin decir palabra alguna, como si yo fuera una flor.

Al no tener más escenas me fui a casa antes de que culminara la obra.
Estabas frente a mi puerta con la ropa sucia y las manos sucias llenas de tierra.
"¿Por qué no fuiste?"
"¡Mira!", fue tu respuesta, alzando frente a mi una bolsa con plantas. Me diste una explicación del por qué eran especiales y yo me enfurecí.
La botánica me estaba robando a mi mejor amigo o ¿yo le estoy robando su mejor amigo a la naturaleza?
"Vete, ¡te son más importantes las plantas que yo!", cerré la puerta y lloré en mi habitación hasta quedar dormida.
Reflexione un poco y me di cuenta de que no me tenias el mismo aprecio, aquel que yo te daba a ti tú se lo dabas a una flor.
El que yo le doy a una flor es el que me das a mi.

No volvimos a hablar después de eso.


Al verte de lejos siento que descubría más acerca de ti y te iba conociendo mejor que cuando estábamos todo el tiempo juntos hablando palabras que a ninguno de los dos nos interesaban. Creo que no alcance a conocerte lo suficiente y comprendí demasiado tarde que no seria tan importante para ti como una camelia plantada en tu jardín.

Extraño tu presencia y tu peculiar olor a tierra mojada de pasto recién rociado.
Eras como el árbol que me daba oxigeno y una parte de mi quiere que vuelva a respirar tu aire.

En la graduación no pude resistir y te busque. No quería dejar todo de esta manera.
Te encontré sentado en el pasto contemplando el paisaje, me estaba acercando lentamente, no sabia como hablarte, no recordaba como hablaba contigo antes, ¿cómo era mi tono, fuerte o bajo?, ¿qué palabras utilizaba?, ¿de qué manera te trataba?.

"Ven, por favor..." fue todo o que dije.
Cuando te tuve cerca y pude respirar tu aire recobre la confianza.
"Escuche que irás a una universidad lejos de aquí..." porque decidí dejar el orgullo atrás cuando estas a punto de irte tan lejos.
"Si" fue toda tu respuesta.
"Suerte...espero logres tu sueño"
"Creo que cuatro años no me bastarán..."
"Bueno, pero sé que lo lograras..."
"Gracias"
"Y ¿volverás?...¿volverás para verme?" el poco orgullo que mantenía me permitió ocultar mis ansias.
"Si" Ahí finalizó nuestra plática, la última y la única con palabras que nos interesaban a ambos.

Los años pasaron y era evidente que cada uno tomo su propio camino. Al fin pude dejar de ansiar tú aire. No volviste, era evidente que en aquel momento no tenias intenciones de mantener tu palabra sobre volver a verme, ¿por qué querrías de todas formas? nunca te interese demasiado ni fui muy amable contigo.
Más de una vez llegué a sentir que era la mejor amiga de nadie. Te llegué a sentir como tu afición: una simple planta.
El estar contigo, repetidas veces fue como estar recostada en el césped hablando sola...

Basado un 70% en una anécdota contada en Fragile Dreams: Farewell Ruins Of The Moon.

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