He divagado pensando en cómo será su cuerpo desnudo pero me
detengo al instante, mis propios pensamientos me apenan y me parecen demasiado
depravados, por esta misma razón no me gustan los hombres: por su forma tan
lasciva de pensar en una mujer y no quiero ser como ellos.
« ¿No gustaría experimentar con una mujer? estaría dispuesta
a enseñarle todo… y no se preocupe, puede seguir con su novio, soy alguien
compartida. Sólo una vez…y después de esta noche volveremos a ser alumna y
maestra; haré como que nada sucedió pero no me molestaría si quisiera repetirlo»
jamás sería capaz de pronunciar dichas palabras pero he fantaseado que acepta y
por alguna extraña razón yo soy “la dominante”, la “experta del tema”. Ella me
tienta a querer abrazarla y calmarla con amor, acariciar su cabello y decirle
que no se estrese más, que nosotros sólo queremos hacerla pasar un buen rato y
no es nuestra intención hacerla enojar tanto. Su forma de regañar en clase me
causa gracia y me gusta, se ve tan linda.
Su aparente vida antisocial y forma sarcástica de ser me
atrae, sus vastos conocimientos me impresionan, su voz me gusta demasiado y su
actitud me enloquece aunque su frialdad me pone nerviosa. Probablemente pensará
que soy una niña muy molesta pero no lo puedo evitar, así soy yo… y sí, sé que para
ella sólo soy una pequeña niña inexperta de la vida. Jamás se fijaría en una
chica como yo, por dos veces su edad menor y sin tantos conocimientos. Ella ya
sabe y yo apenas estoy empezando a saber.
Quisiera tenerla entre las sabanas, oponiendo resistencia y
replicando: «no deberíamos hacer esto», «no se siente para nada bien», « ¿dónde
cree que está tocando?», pero con un rostro de éxtasis total. Pero mi mayor
deseo es únicamente besarla, abrazarme a su cuerpo, entrelazar nuestras manos y
darle un tierno beso, esa es mi verdadera fantasía. ¿De qué me sirve tocarla y
ser tocada sin siquiera un beso? Sería sólo coger.
Sentido común por favor haz entender a mis sentimientos que
esto no puede ser, hazle entrar en razón para que esta inquietud desaparezca.
Quiero aclarar mis ideas para que todo esto quede en simple admiración de un
alumno hacia un maestro pero me deprime el hecho de que tal vez no encuentre a
nadie de mi edad con su actitud y conocimientos. Me deprime pensar que aun no
soy capaz de ir con el dicho: «si te gustan los hombres, conquista hombres y si
te gustan las mujeres, conquista mujeres». Desearía que fuera tan fácil como
decirlo.
De tantas personas tenía que ser ella: una maestra… sé que
olvidaré mis sentimientos hacía ella pero es gracioso como es que he entrado en
razón cuando por fin decidí tratar de conquistar a una mujer. Es irónico el
hecho de que mi valentía salga a flote por una mujer y no por un hombre, el
cómo sería capaz de arriesgar más por conquistarlas a ellas que por atraerlos a
ellos. Tal vez, sólo tal vez, mí parte heterosexual no sea tan grande como la
chica homosexual que llevó dentro.
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