viernes, septiembre 2

Celos

De nuevo, este horrible sentimiento invade mi cuerpo, no sé qué me repugna, el sentirlo o el verte en esas situaciones. Creo que menos que repugnarme sólo me molesta.
No quiero sentirlo más, no sé qué hacer, pues de cierta forma…te encelo rápidamente, no tengo derecho de hacerlo pero lo hago. Inútiles sentimientos de dolor que solo mortifican mi vida, sin ellos sería mejor estar a tu lado, a lado de cualquiera.
Solo me lastimo poco a poco, tú no haces nada, todo lo crea mi mente traicionera e imaginativa. No te preocupes por mí, realmente no te estoy mintiendo a ti sino a mí misma.
Un ser diferente surge al verte feliz con alguien más, como si quisiera alejarte y llevarte conmigo como una madre que aleja a su hijo de lo que considera una mala influencia. Tú eres el niño, los demás juguetes y yo tu envidioso juguete favorito, como tal quiero que sólo juegues conmigo, suelta ese muñeco, suelta ese peluche y sólo tenme a mí entre tus manos; hazme el juguete más feliz de toda la habitación.
A veces…comienzo a creer que toda persona puede apuñalarte por la espalda en cualquier instante, incluyéndote, y cuando aquello rondan por mi mente deseo que sólo sea una idea más. No sé ni porqué pienso aquello pero no está de más hacerse una idea de lo que sería de mí en caso de que me reemplazaras como si fuera un objeto desechable.

Otro escrito más, inspirando en el falso dolor psicológico que mi mente crea. No pensar sería la solución, vivir con el hecho de que la realidad duele pero es mejor a vivir de falsas ilusiones y esperanzarse que involucren a otra persona.

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