Flores, hermosas y delicadas. ¿Lo logras notar? el parecido que tienen con una mujer.
Ellas son frágiles y pequeñas al principio, van creciendo y se vuelven hermosas pero aun son delicadas; sólo debes tratarla con los cuidados adecuados o de lo contrario perecerá lentamente en tus manos e incluso puede que perezca lejos de ti. No todas poseen espinas pero no significa que todas sean buenas, el no mostrar espinas la hace aún más misteriosa y corres riesgo de no saber que te pasara al tocarla, a menos que la conozcas disminuye el riesgo de que ocurra algo que puedas desconocer.
Como en todo, su hermosura no es por siempre, en algunas dura, en otras no, puede que en otras fuera belleza artificial a base de colorantes y sustancias...
En las manos indicadas se verá bella hasta el fin de sus días, en las equivocadas dudosamente vivirá lo que debe y terminara marchita, sola, sin haber experimentado los cuidados de algún buen botánico.
Una mujer puede caer y levantarse, como una flor que es rescatada a tiempo de los malos cuidados. Ambas pueden cambiar de verse mal a bien y mejor.
Hay flores para distintas ocasiones así cómo las hay para momentos felices las hay para aquellos que son duros y tristes. Una mujer puede hacerte feliz o puede arruinar tu vida.
Demuéstrale que en tus manos vivirá hermosa por siempre y sobre todo debes conocerla antes de elegirla, no quisieras cuidar de una flor venenosa que pueda arrebatar tu existencia tal y cómo la conoces, pudiendo tornarla de tonalidades grises y sepias.
Una flor hermosa y con características únicas es mejor a poseer un ramo de flores que has elegido únicamente por su apariencia.
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