viernes, diciembre 28

Fotografías

Titulo: Fotografías.
Genero: Angustia.
Advertencias: No.
Finalizado: Sí.

Reseña:
Dos chicas; mejores amigas. Una tiene como hobbie fotografiar en exceso a la otra quien anteriormente le había declarado sus sentimientos, desde ese entonces ha aparentado ya no tenerlos más pero la verdad es que aun la quiere demasiado. Todo el tiempo que han estado juntas le han ocultado un secreto muy grande por parte de su mejor amiga. ¿Será que corresponde sus sentimientos? o ¿tal vez otro tipo de secreto?.

Lista de capitulos:
Capitulo 1

Capitulo 1: El principio del final

-Eso es, así. Sonríe un poco más…actúa natural, ignora que tengo la cámara-. Una chica con una cámara en mano decía a otra. No paraba de tomarle fotos.
-No puedo, sé que estas tomándome una foto, ¿cómo quieres que esté normal?- estaba moviéndome demasiado, no podía bajar la mano de mi boca pues aun me daba pena que me fotografiara…tanto.
No tengo un rostro de modelo ni menos el cuerpo de una pero seguía sin saber el por qué le gustaba tomarme tantas fotos. Me apenaba no ser la modelo ideal para ella pues…
-Sólo sonríe, soy la única que ha logrado inmortalizar en foto tus sonrisas-
-¡Porque las tomas cuando menos me lo espero!- ya me estaba acostumbrando al flash de su cámara, aun me hacia cerrar los ojos un poco pero no como antes pues lleva haciendo esto desde hace algunos meses pero no tan seguido como ahora, como si no me pudiera volver a ver en un largo tiempo.
Preferiría ser yo la fotógrafa y ella la modelo, ella no estudiara para serlo pero para mí es la mejor. Ella con una figura bien formada, mide alrededor de 1.60 cm, cabello largo hasta un poco por debajo de su pecho y lacio de un color oscuro que es a la vez claro; es como de un tono café, digamos que es castaña, sus ojos con una mirada penetrante e intimidante y más por ser tan oscuros, sus ojos y su mirada tiene un algo que me fascina, podría estar viéndolos por mucho tiempo, todo eso queda bien con su tez blanca algo morena aunque siempre he pensado que no es demasiado como para considerarla morena.
Yo…que decir, una complexión media, cabello largo un poco después de mis hombros y ondulado de color negro, ojos algo oscuros color ámbar pero siempre uso lentes de contacto color gris para no usar gafas, tez blanca algo pálida de 1.63 cm.
Mi mirada intimida a varias personas excepto a ella, dice que no intimidaría ni a un hámster. Le encanta que use los lentes de contacto porque mis ojos aparentan ser ligeramente los de un felino.

-¡Ahí va el profesor!- dijo ella que siempre estaba pendiente a diferencia mía, estar a su lado me hacia olvidar que aun me quedaban clases y que tenía que entrar.
-Uhm…- murmure con la boca cerrada, un murmuro casi inaudible pero que ella pudo escuchar.
-No te quejes, vamos- tomo de mi mano y fuimos al salón de clases.
Así paso un día más.

Las estaciones fueron pasando y había días sugestivos, aburridos, entretenidos, de celos, de todo…


-¿Quieres irte ya?-
-Dime la hora, por favor-. Le dijera la hora que le dijera ya no había nada más que hacer por hoy, nos iríamos de todas formas. Buscaba mi celular en mi mochila mientras ella me abrazaba por detrás, no me incomodaba así que no dije nada, ella hacia eso por poco tiempo de todas formas.
Mientras buscaba sentía su respiración cerca de mi cuello, era raro que no estuviera nerviosa pues al sentir esa sensación proveniente de ella yo debería estarlo. Mantuvo su rostro ahí por unos segundos cuando menos me lo espere sentí una leve mordida. Me paralizo un poco en el momento, no imagine que ella llegara a hacerlo alguna vez, me había dicho varias ocasiones que le daba “tentación” morder mi cuello pero nunca pensé que llegaría el día en el que lo hiciera. Fue un momento demasiado corto que dejo un dolor extrañamente placentero, como si quisiera que volviera a morderme, darme pequeñas mordidas para seguir sintiendo aquel dolor pero no podía decir nada de esta sensación.

-¿Eh?...- fue todo lo que salió de mis labios.
-Lo siento, no pude resistirlo- una pequeña sonrisa se dibujo de sus labios.
-Um, descuida…- un poco sonrojada respondí.
-¿No te lastime?... ¿o sí?- pregunto poco preocupada.
-Para nada- “de hecho quisiera que lo repitieras”, recordé que tenía que decirle la hora y saque el celular. –Apenas son las 5:30p.m-
No respondió y se acerco lentamente por detrás, comenzó a tocar mi cuello con sus finos y delgados dedos, esa sensación me ponía nerviosa. ¿Por qué lo hacía?

-Ya tengo demasiados recuerdos tuyos pero no suficientes…- esa forma de hablar debo admitir que me estaba dando miedo.
-¿A qué te refieres?- trague saliva solamente…
-No te he dicho a pesar de ser mi mejor amiga, a pesar de que siempre sabes antes que todos los demás. Podría ser porque nunca te cuento lo suficiente- lo último tuvo un tono amargo.
Sabía que ella no era de muchas palabras, no le gusta hablar de cosas muy personales ni de ella misma, me ha dicho que prefiere escuchar.
Parece que llego el momento en el que yo escuche y ella hable.
Se volteo y ahora nuestras miradas se encontraron, la suya era una que por más que quise no pude identificar pues nunca me había visto de esa manera.
-No sé si soy egoísta o no, no sé qué tipo de aprecio me tengas hasta ahora ni el que me tendrás después de esto. Mañana no nos volveremos a ver…- antes de una interrupción poso su dedo en mis labios. Significaba que aun tenía más que decir.
-Decirlo no es fácil para mí, por favor disculpa si hago este tipo de pausas- asentí e impaciente esperaba a que continuara.
-Veras…me iré, me iré de esta ciudad y no sé si volveré; será lejos. No quería irme sin decirte, pensaba escribírtelo después, algo en mi no quería decírtelo frente a frente- dio un gran suspiro.
-Pude terminar de hacer esto así que por eso te lo digo ahora, recuerdo que alguna vez me confesaste tus sentimientos y aun así todo siguió estando igual porque así lo quise, aparte de que me demostraste con el tiempo que ya no te interesaba más de esa manera- me dio un pequeño libro hecho a mano, se veía que tenía pocas hojas. No pude resistir el hablar.
-¿A dónde vas?-
-Sólo te diré que es lejos, disculpa no haberte dicho antes-
Es una mujer tan dura que no notaba ni una muestra de fragilidad en su rostro ni en su voz. Soy una chica sensible, eche a llorar y hundí mi rostro en su pecho mientras me sostenía en sus hombros, ella me consolaba sin decir nada.
Todo lo que intentaba decir era en vano, no podía hablar por el gran llanto que tenía. Pude calmarme y seque mis lágrimas; al fin pude decir algo.
-Espero te valla muy bien y…y…todo este tiempo fingí ya no sentir nada para no incomodarte pero la verdad es que siempre te quise y te querré…lo que quiera que traiga este pequeño libro lo guardare como un tesoro…quisiera que esto no fuera enserio pues no quiero que te vayas pero ¿qué más puedo hacer?- seque la última lágrima con mi dedo y le di un gran abrazo.
-Gracias…también te aprecio- por alguna razón nunca dice "te quiero", su voz fue algo entrecortada. Nos vimos y pregunte a qué hora se iría, me sorprendió saber que en unos minutos vendrían por ella para ir al aeropuerto.
Nos sentamos en un rincón de aquel lugar esperando a que llegaran por ella, recordando cosas y pidiendo no olvidarlas. Cuando sonó su celular, eran sus padres y era hora de que se fuera.
-Cuídate mucho, no te olvides de mí-
-Claro que no lo haré también cuídate, adiós-
Nos levantamos, me tomo de las manos y me dio un beso de despedida, ese beso fue en los labios, un beso corto pero lo suficientemente largo para grabar el fino tacto de sus labios en los míos…
-Sé que siempre quisiste eso, siento habértelo dado tan tarde- no dijo más y nuestras manos se separaron algo lento; ella se fuera corriendo, toque mis labios y sonreí levemente pero a la vez era una sonrisa melancólica, la chica que más he querido en mi vida se estaba yendo.
Parecía una pesadilla el estar viendo como se alejaba de mi después de haberla tenido varios años cerca.

La chica castaña corría mientras unas lagrimas brotaban de sus ojos, al parecer no quería llorar frente a su amiga, no quería hacer más triste el momento para ambas.
La de cabello ondulado ahora estaba en su habitación viendo el pequeño libro que le habían obsequiado, en el estaban impresas y pegadas varias fotografías de su mejor amiga y algunas de ambas, algunas páginas tenían cosas escritas y al final de todo eso un gran “Te quiero”, como dije ella nunca dice te quiero, tal vez sólo por esa ocasión lo escribió para dejarme un lindo recuerdo.
Las lagrimas brotaban nuevamente de mis ojos, esta vez de felicidad y agonía, aun me duele su partida…la superare y tratare de refugiar mi amor en este libro.

Nunca querré a nadie como la quiero a ella, esperarla es inútil pues nunca me corresponderá. Debo seguir y vivir con el hecho de que quise a la persona equivocada pero no me equivoque al elegirla como mi mejor amiga.

-Ahora entiendo todo, mi recuerdo quedara en fotografías para ti-

miércoles, diciembre 19

La pequeña princesa en el Reino del crayón

Supuestamente es un cuento infantil, espero si lo parezca.


Había una vez en el castillo de un pequeño reino llamado Luminia, la hija del rey y la reina estaba deseosa por conocer la ciudad pero sus padres le dijeron que no saldría del castillo hasta que cumpliera los once años. Ella quien lleva por nombre Lorena ya tenía diez, ya sólo faltaba medio año para su próximo cumpleaños.

La pequeña princesa parecía una muñeca de porcelana con la piel blanca y suave, ojos verdes y cabello ondulado de color castaño. Siempre sonreía a pesar de su constante soledad. En el castillo tenía toda clase de juguetes y cosas pero nadie con quien jugar. Nunca lloraba porque sabía que pronto conocería alguien con quien compartir todo lo que tenía, al menos siempre le eso decían sus padres. Todas las noches iba a la cama anhelando el día de poder salir del castillo. Repetidas veces intentó convencer a sus padres de salir a convivir con más niños; los únicos niños con los que había convivido eran los hijos de la servidumbre, pero casi no podía jugar con ellos porque no iban todos los días o iban tan temprano que ella se encontraba tomando clases en algún salón del castillo.
Un día, la pequeña Lorena había terminado su sesión de estudio matinal y quería jugar pero primero tenía que tomar un baño. Su madre la tomó de una mano para llevarla a la tina mientras platicaba con ella sobre lo que había visto en clase.

-Mami, ya quiero salir a conocer la ciudad- decía Lorena desvistiéndose para meterse en la tina. Siempre era el mismo tema pero la reina simplemente no podía perder la paciencia ante su amada hija.
-Pronto conocerás eso y más, mí pequeña- respondió la reina acariciando su cabezita-, pero ahora vamos a la bañera, no querrás bañarte con agua fría.

Ambas se metieron en la bañera hasta que Lorena estuviera limpia. Su madre la vistió, le dio un abrazo y le dijo que jugara con cuidado. La pequeña fue a prisa al cuarto de juegos, sus pequeños zapatitos resonaban por los pasillos del castillo; hoy sentía una extraña felicidad, más de la normal y unas ganas inmensas por dibujar. Como si alguien hubiera mencionado el escondite de aquello tan colorido, la pequeña fue directo a un cajón donde hallo un paquete de crayones de muchos colores, eran más de veinticinco, ahora sólo tuvo que buscar hojas y comenzar a dibujar. Volteo la caja para que los crayones salieran cayendo a su alrededor en el suelo sin romperse. Agarró uno y comenzó a dibujarse en el castillo junto con algunos personajes salidos de su imaginación. Cuando acabó, los coloreo y puso una sonrisa muy grande a cada uno de ellos.
Los personajes que ella dibujó eran un hada, un chico mitad gato y un niño de cabello castaño como el de  ella, cada uno tuvo colores pastel mientras que el castillo tenía de todos los colores que traía la caja. Con sus ojitos inocentes observaba el dibujo terminado hasta que comenzaron a cerrarse; se recostó a un lado de las hojas y los crayones con el dibujo en la mano y sin más, cayó profundamente dormida. Al cabo de unas horas sus padres la llevaron a su cama para que descansara pero ellos no sabían que ella no despertaría a la mañana siguiente, al menos no en Luminia.

Lorena restregaba sus manitas en sus ojitos, estaba despertando y todo a su alrededor se veía muy colorido, supo de inmediato que no estaba en el castillo careciente de color pero aun así no identificaba el lugar a pesar de que se le hacía familiar. Cuando al fin abrió los ojos por completo vio que a su alrededor la rodeaban tres personajes raramente familiares; se trataban de su hada, chico gato y aquel niño castaño, Lorena no sabía si creer o no en lo que sus ojos le mostraban así que los restregó nuevamente y seguían ahí, de alguna manera eran reales, no trato de buscar explicaciones, simplemente se limito a sonreír y esperar a que pasara algo. Por parte del reino, sus padres se estaban preocupando, ya era medio día y su hija seguía en cama, por más que le hablaran y movieran ella no despertaba.

-¡Bienvenida al reino del crayón!- dijo el hada.
-Ahora que has despertado podemos comenzar nuestro viaje- añadió el niño el castaño.
-¡Meow! ¡Sí, sí, vamos princesa! ¡Levántate!- exclamaba el chico con orejas de gato que sobresalían encima de su cabeza, quien comenzó a tirar del brazo izquierdo de la pequeña para levantarla. Ella seguía sonriéndoles, incrédula pero ignoró toda lógica que le había sido enseñada mientras se levantaba. Ya de pie habló, unos minutos con los fantásticos personajes y fue cuando le dijeron que ella era la única que los podía guiar de regreso a su hogar pues no tenían camino por dónde ir, ¡la princesita olvido dibujar un camino hacía el castillo! y aunque estaba la caja de crayones a un lado, sólo ella podía dibujar con ellos. Sin más, tomó un crayón y empezó a dibujar algo al azar en el aire para comprobar si se materializaría y así fue, el círculo que dibujo se convirtió en una pelota y cayó rebotando en el suelo, Lorena quedó impresionada y enseguida comenzó a dibujar un camino.
Un día entero había pasado y sus padres no hallaban qué hacer, ya habían llamado a los mejores doctores de la ciudad; ahora llamarían a los de fuera, querían saber lo que tenía su pequeña, ¿por qué no despertaba? Pues todos los doctores les habían confirmado lo más importarte: que seguía con vida.
Un segundo día de agonía comenzaba en Luminia y de diversión en el Reino del crayón. El objetivo principal de Lorena era dibujar un camino hacia la ciudad colorida pero no podía evitar distraerse, dibujaba parques, ferias y juguetes, los cuales usaba con aquellos personajes, ellos no le decían que no y jugaban gustosos y sonrientes con ella. Estaba sintiendo la calidez de tener compañía. Conforme pasaban las horas jugaban y caminaban dejando todos los lugares divertidos atrás para ir creando nuevos.

-Eres muy divertida, princesa- dijo el niño castaño.
-Es verdad, no pensábamos que nos ayudarías y divertirías al mismo tiempo- añadió el hada.
-Es como si nos conociéramos desde siempre, meow. Como si fuésemos amigos de toda la vida-. La pequeña paró de dibujar un momento, y su corazón se llenaba de esa calidez que tanto ansiaba desde hace mucho, una parte que creía perdida empezó a aparecer.
-Siempre quise amigos… - una sonrisa de oreja a oreja había aparecido en el rostro de Lorena, sonreía mostrando los dientes e irradiaba felicidad.
-Cuando lleguemos a la ciudad, te la mostraremos toda- dijo el niño.
-Y te presentaremos con nuestra colorida princesa, que es muy parecida a ti- dijeron al mismo tiempo el chico mitad gato y el hada.
-Está bien- fue lo único que dijo antes de seguir dibujando y pintando el camino. Poco a poco se fueron dando cuenta que estaban cerca porque hallaban partes de piso colorido, tal y como son en el Reino crayón o al menos eso le decían los personajes a la pequeña Lorena.
Mientras ella estaba muy feliz haciendo amigos, sus padres estaban cada vez más preocupados pues ni los mejores doctores pudieron ayudarlos, todos llegaban a la conclusión de que sólo estaba dormida pero ignoraban la razón del porque llevaba un día y medio en cama.
Un tercer amanecer llegó para ambos reinos. La pequeña dibujaba el camino más a prisa, ya estaba ansiosa por llegar. Sus padres faltos de soluciones la dejaron dormir un día más, esperando a que fuera lo que el destino quisiese y muy tristes abandonaron el cuarto de su pequeña hija para ir al trono a atender todo aquello que ignoraron por dos días.
Después de unas horas, Lorena y sus amigos estaban ante las puertas del Reino crayón, eran realmente grandes. Mientras observaban se fueron abriendo lentamente para que pasaran. Era cierto que el suelo comprendía varios colores en él y el castillo poseía en su estructura todos los colores de la caja. Con una inmensa emoción el hada, el chico mitad gato y el niño llevaron a Lorena al castillo para presentarle a su princesa.
La princesa del mundo colorido era casi tan hermosa como Lorena a diferencia que ella no vestía un vestido blanco sino uno lleno de diversos colores pastel.

-¡Princesa, princesa! Hemos vuelto, meow- grito en la puerta del castillo para que les abrieran y la princesa bajara. Su princesa no lo podía creer del todo y los dejó pasar de inmediato. A pesar de su felicidad tenía que decirles algo por haber salido.
-¡No vuelvan a salir de esta forma!, saben que más allá del reino no hay…nada- una pausa notable remarco su decepción, no podían abandonar el reino porque no había un camino que seguir y se perderían en la nada.
-Pero mi estimada princesa, ella ha dibujado un camino- dijo el niño tratando de animarla.
-Sí, sí, ¡ha dibujado ferias, parques y juguetes alrededor del reino!- el hada se unió a la conversación, igualmente para animar a su princesa.
-Le he puesto un caminito. Valla a donde valla siempre llegara aquí, a la ciudad de colores- comenta sonriente Lorena.
-¡¿Pero cómo lo has hecho?! Muchos, incluso yo hemos intentado hacer un camino más allá y no hemos podido-
-Yo tampoco sé porque pude hacerlo pero ahora podrán salir a conocer más allá de su reino-
-No sé cómo agradecerte, por años no hemos podido conocer nada más allá de ésta ciudad-
-Sé como es eso…yo no he podido salir de mi castillo pero ya he conocido amigos aquí-
-¿Tú castillo?- pregunta extrañada la princesa de colores.
-Sí, yo también vivo en un castillo, no es de colores como éste pero es igual de grande. Mis papás me han dicho que cuando sea más grande podré salir y conocer la ciudad-
-Si quieres podemos mostrarte nuestra ciudad, tómalo como seña de mí agradecimiento-
-¡Sí!- responde efusiva la pequeña. A pesar de tantas energías se le notaba cansada. En todo el viaje no había podido dormir bien así que decidió dormir en el castillo de colores, esperando poder conocer a la mañana siguiente esa ciudad.
Al despertar, en vez de estar en el Reino crayón, se encontraba en su habitación, lo supo al ver cuatro paredes de color rosa pastel y piso blanco. Se levantó algo decepcionada, de nuevo se encontraba en su castillo de donde no podía salir. Bajó las escaleras en pijama y calcetines para comprobar que ya estaba en casa. El rey y la reina divisaron una pequeña sombra asomarse en la sala del trono: era su muy amada hija. Sin pensarlo dos veces ambos se levantaron de su trono y se dirigieron a abrazarla y besarla.

-¡Que alivio que estés bien, mí niña!- dijo la reina aun abrazándola con fuerza. Lorena no entendía que sucedía pero su semblante no era tan feliz como siempre.
-¿Qué pasa, corazón?- pregunta el rey preocupado por la expresión poco sonriente de su hija.
-Se suponía que hoy conocería una ciudad…y cuando desperté vi que estaba en casa y no en el castillo de colores-. Sus padres no entendían a que se refería, probablemente eso fue lo que soñó en los tres días que estuvo dormida. El rey y la reina se vieron el uno al otro, intercambiaron una mirada de culpa  y posaron su vista al suelo. Tantos años de no dejar salir del castillo a su hija por temor a que algo le sucediera, no los ha dejado ver que eso la fue haciendo infeliz.
-Tal vez fue una señal de que es hora de dejar por hoy los deberes reales y salir a dar un paseo familiar- dice la reina en tono culposo.
-Tienes razón querida, no podemos privar del mundo por siempre a nuestra pequeña, debe conocer cuanto antes el reino que se le será heredado- contesta el rey dándole la razón a su esposa. Así es como le dan la gran noticia a su hija quien de inmediato va a su habitación para cambiarse de ropa y ponerse un bonito par de zapatos.

Tal vez no haya conocido la ciudad de colores pero va a conocer la suya y qué mejor que hacerlo junto a sus padres. Lo único malo era que sus primeros amigos estaban en papel, pero de no haber sido por ellos, nunca hubiera experimentado la reconfortante calidez de la amistad, la cual experimentaría pronto nuevamente porque asistiría a una escuela en la ciudad donde podrá conocer personas de las cuales saldría alguien a quien ella podría llamar amigo.

viernes, diciembre 14

Fragmento V

En algún momento de nuestra vida hemos reído, sonreído e incluso suspirado por una persona que jamas pensamos sería la razón de tal actitud. Pero la persona con quien esperamos ser felices la mayor parte de nuestra vida puede no ser siempre la primera que nos saca sonrisas o suspiros.
Si algo terminó, no lo retomes, sólo estarías buscando dolor a largo plazo. Y si algo nuevo no llega pronto, no desesperes que la vida puede estarte guardando sorpresas inesperadas.

miércoles, diciembre 12

Medianoche de Claudia Gray [Saga]

Títulos: Medianoche (Evernight). Adicción (Stargazer). Despedida (Hourglass). Renacer.
Autora: Claudia Gray (Amy Vincent)
Género: Fantasía, romance, vampirismo.
Argumento:
La trama empieza cuando Bianca, una joven de 16 años se muda con sus padres a un internado puesto que ellos comenazarán a impartir clases ahí.
Bianca no aprecia mucho la idea por lo cual antes de que empiecen las clases intenta fugarse pero se tropieza con un chico que le llama la atención. Éste confiesa su nombre, Lucas y la obliga a volver al internado. Desde ese momento Bianca se enamora de Lucas y poco a poco se entera de muchos secretos que tambalearan su relación.

¿Por qué lo recomiendo?
Las historias de vampiros ahora son poco subestimadas desde la publicación de "cierta novela".
En medianoche el romance y la acción está balanceado.Te hace llegar a cierto punto de no poder dejar de leer y desesperar un poco por leer la continuación. Admito que por un momento pensaba que iba a ser un romance tonto con temática de vampiros pero al continuar leyendo me di cuenta que no es así. Cada personaje tiene sus propios secretos pero sólo algunos son lo suficientemente ingenioso para poder guardarlos.
Personalmente el libro que más me emocionó fue Despedida, creo que es la que tiene más acción, emoción y cosas realmente inesperadas. Lo que me agrada es que los vampiros de ahí y sus historias no caen en lo ridículo.

Si te agrada seguir sagas, los romances prohibidos y la temática vampirica, te recomiendo muchisimo estos libros.

lunes, diciembre 10

165 páginas de Cincuenta sombras de Grey

Retomando mi primera opinión en dónde menciono: "Ignore el hecho de que los personajes originales eran Bella & Edward porque la escritora les dio una personalidad OOC aunque mantuvo el aura Gary Stu en su protagonista y le quito esa actitud ¿tonta? a la protagonista femenina." debí dejar de leerlo al darme cuenta de ello pero no lo hice...
165 páginas de Cincuenta sombras de Grey de 541 me ha dejado mucho en que pensar. ¿En realidad me gusta el libro?, ¿lo leo por interés o morbo de querer ver con qué seguirá?, me faltan 376 páginas por leer y no me siento en la totalidad de dar una critica al primer libro -no a la saga, sólo al primer libro. No puedo criticar lo que no he leído-.
En primer lugar me dejó muy impactada enterarme después de haber comprado el libro que fue un fanfic de Crepúsculo, respiré, lo analicé y pensé "bueno, fue escrito por otra persona que únicamente uso a los personajes para escribir su historia. No significa que sea malo". Aparte de que ya gasté una considerable cantidad en el susodicho libro como para no leerlo sería un desperdicio (a mi parecer).

Empecé a leer muy entusiasmada. "Valla, mi primera novela erótica" y si fue fanfic seguramente narra el sexo de una manera excitante pues por alguna razón los fanfics tienden a narrar esas escenas con palabras y descripciones que te hacen imaginarlo y por ende excitarte o desear vivir algo como eso.Lamentablemente las escenas eróticas que he leído no me han dejado satisfecha, me ha dejado indiferente, podría decirse que "no me ha hecho efecto" pues algo muy peculiar mío es que ocasionalmente sin darme cuenta -pero luego entro en cuenta de ello- morderme el labio inferior y el libro me ha tenido con una cara de poker increíble.

Dejando de lado que soy una gran fan de las cosas eróticas, la narrativa es fácil de leer, no estoy a favor ni en contra de ello, me es indiferente si algo se me hace fácil o difícil de leer. Algo en lo que no pude evitar sentir molestia fue en que es repetitivo, demasiado a tal punto que llegas a imaginar o hasta saber las palabras que van a usar en ciertos momentos y en ocasiones los personajes tienen algunos diálogos que no llevan a nada. Las palabras que más dice Grey no es ninguna otra más que el nombre de "Anastasia (Steele)", Anastasia...ella no me disgusta en diálogos, me disgusta su actitud al igual que la de Grey; es una chica tonta a mi parecer que en sus pensamientos pareciera estar gritando "necesito que Grey me toque" como si viviera deseándolo las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Mientras que Grey es muy perfecto, es u Gary Stu en su totalidad y me molesta que no muestre defecto alguno, su obsesión por el control podría ser una pero en este caso no se ve tanto como un defecto sino como parte del paquete "actitud de Christian Grey".

El concepto de la historia no es malo, el como te conduce a sus situaciones sexuales no es tan malo pero su Gary Stu no le permitió explotar bien al empresario multi-millonario con tendencias al BDSM (sadomasoquismo) mientras que la extremadamente sumisa protagonista no deja que las situaciones tengan más emoción.

Personalmente estoy harta de leer romances dónde la chica cae a los 5 minutos o menos de haber conocido al hombre y a los 5 segundos de haber hablado con él, no estoy en contra de que se lo piense constantemente pero si me molesta que pongan a la chica muy torpe y pareciera que todo lo que puede hacer es pensar en él y necesitarlo. ¿Sone feminista? espero que no.

En fin, cuando acabe el libro podré emitir un veredicto, hasta ahora sólo puedo decir que si te agradan las lecturas rápidas Cincuenta sombras de Grey podría ser una opción para ti pero ten en cuenta que probablemente es rápido porque no varían mucho las palabras y si leer constantemente el nombre de los protagonistas u otro tipo de palabras a menudo no te es molesto, leelo.

Cincuenta sobras de Grey (primera impresión)

Apenas tiene un día que empecé a leer el libro (Dic, 05) y es bastante interesante. Con decir que en la noche antes de dormir terminé leyendo hasta el capitulo 3 y sólo porque ya no quise seguir leyendo con un foco en plena oscuridad sin mencionar que ese día tenia que levantarme temprano. Dejando de lado eso...
Me sentí un poco perturbada al saber que "Cincuenta sombras de Grey" en realidad empezó siendo un fanfic de aquella "novela" de (considerado por muchos) literatura pobre llamada Crepúsculo... yo no puedo criticar algo que no he leído completo (es decir ni un sólo libro, no toda la saga). Sólo lo he hojeado, siento que la letra es un poco más grande de lo normal en un libro.
No soy de quienes insultan a las fans de la saga, simplemente no es de mi gusto y nunca considerare leerlo.

Ignore el hecho de que los personajes originales eran Bella & Edward porque la escritora les dio una personalidad OOC aunque mantuvo el aura Gary Stu en su protagonista y le quito esa actitud ¿tonta? a la protagonista femenina.

Qué curioso que una fan de esa saga terminó superando la literatura y narrativa -por mucho- de su inspiración. Pero seamos sinceros, si originalmente no hubiera usado los personajes de Crepúsculo no hubiera tenido tanto alcance como fanfic y hubiera sido más difícil darse cuenta que la historia prometía tener muchos más potenciales lectores (compradores).
No se encierren en la idea de que originalmente fue con los personajes de "aquella novela" porque después de todo fue escrito por otra persona y tiene otra trama totalmente distinta.


PD. me aprecen bastante interesantes estas 10 razones para leer el libro.
http://50sombrasdegreypelicula.com/aun-leido-cincuenta-sombras-mas-oscuras-10-razones-para-empieces-esta-noche/ 

martes, diciembre 4

Musa artística

La veo pasar siempre, no sé su nombre ni a dónde va sólo sé que siempre la veo. Viste unos jeans ajustados, blusas elegantes y un peinado bastante simple, de hecho siempre lo tiene suelto pero algo tiene que se le ve con cierto estilo.

Otro día más pasa y de nuevo la veo pasar, ésta vez más a prisa; ¿se le habrá hecho tarde? Cuando desaparece de mi campo de visión un cuadro más se une a la exposición pues soy una artista que por falta de recursos da a conocer su arte en el parque central de la ciudad, muchos pasan, varios ven y elogian o critican mi trabajo mientras que otros simplemente pasan de largo.

He vendido varios cuadros pero los de aquella extraña jamás, puesto que siempre digo que sólo son muestra a diferencia de los demás. La he visto tanto que he memorizado su rostro, o al menos lo que puedo atisbar desde aquí al punto de poder dibujarla y pintarla. Me gustaría poder verla de cerca y admirar en realidad como es su rostro, los detalles que de lejos no puedo percibir.
Otro día, otro cuadro vendido y de nuevo la veo pasar. Ha cambiado sus zapatos. ¿Serán nuevos?
Decidí dibujar sus nuevos zapatos rápidamente en mi cuaderno de bocetos, de hecho, le tengo dedicado un cuaderno pues cuando la vi por primera vez me inspiro a querer dibujarla y justamente estrenaba uno…me di cuenta que todos los días pasaba por lo que le dediqué el cuaderno entero y algunas obras en grande. Ella no sabe que existo ni se imagina que alguien dibuja algo sobre ella a diario e incluso a ella en cuadros. No me molesta que no lo sepa mientras no deje de pasar por aquí todo está bien, simplemente me gusta admirarla, su cuerpo no es muy delgado como el de muchas mujeres que veo pasar, ni tampoco sobre pasa lo debido, es perfectamente proporcional a mi punto de vista. Su forma de caminar es única, jamás se encorva ni baja la mirada, al menos no cuando pasa. Pareciera que ella supiera que la estoy viendo, como si supiera que es la protagonista de una pasarela con personas al azar alrededor suyo; como si el asfalto fuera su escenario y el viento se hubiera coordinado para no revolver su cabello sino ondearlo de manera casual al pasar.

Hoy ha cambiado de bolso, es muy bonito y de marca. ¿Tendrá novio?, ¿ella se lo ha comprado? Con mi libreta y lápiz a la mano dejo instantáneamente el trabajo que hacía en el bastidor para bocetar su bolso y si es posible a ella. He logrado bocetar todo menos su rostro así que se lo he cubierto con cabello y sombras. Deprimente. Seguí con mi trabajo.
Mis cuadros son un éxito, he podido subirles el precio considerablemente y mi firma ha empezado a ganar algo de renombre en la ciudad, pronto podré poner un estudio para que me tomen más enserio, pero toda esta inspiración no viene de la nada, viene al verla, puede que pinte una ciudad y las líneas de los edificios las hago tan derechas como su cuello al caminar, tan firmes como sus pasos y detalles que únicamente un buen observador notaria, así como yo noto todo de ella, incluso si cambia de pendientes. No soy una acosadora puesto que no la sigo pero tal vez sea considerado enfermizo; para mí es sólo una mujer que ha logrado inspirarme día a día por alguna extraña razón. Enfermizo sería si la dibujara a ella únicamente. Enfermizo sería querer seguirla hasta casa. Sólo soy una artista que ha conseguido una musa involuntaria. No estoy obsesionada ni enferma sólo considero que su cuerpo y estilo son una obra de arte viviente a mis ojos.

Es extraño, hoy no ha pasado. De igual manera sigo dibujando y pintando con normalidad, no pasa nada si un día no la veo. Pero han pasado ya dos días…todo está bien, sigo vendiendo. Tercer día sin que convierta la calle en su pasarela, ¿le habrá sucedido algo? Era mejor no pensar en cosas trágicas así que deseche la idea. Cuarto día y sigue sin aparecer, tal vez debería irme olvidando de ella. Quinto día y siguió sin aparecer, aun así siempre llevaba conmigo aquel cuaderno de bocetos dedicado a ella.
Los meses comenzaron a pasar y yo me fui haciendo de una buena reputación como artista, pude abrir mi estudio y así empezar más seriamente con el negocio, poco a poco muchas casas en la ciudad tenían una marca de mi existencia, el arte es una forma de dejar algo de nosotros antes de morir y lo creo, por eso decidí ser artista.

En el estudio hay veces que la recuerdo y quisiera seguir en el parque esperando a que apareciera con mi lápiz HB y libreta en mano, tal vez desearía que para estas alturas fuera mi modelo…personal. Pinturas que sólo quedarían entre ella, yo y el bastidor.

Han ido pasando los años y sus pinturas, dibujos y bocetos lo he guardado ya hace mucho. Parece que no me equivoque al seguir el camino como artista pues hoy después de varios años yo y mis obras somos protagonistas de una exhibición de arte en el salón de fiestas de uno de los hoteles más caros en la ciudad, todo el mundo vestido de etiqueta observando mi trabajo mientras yo recibo felicitaciones, ofertas y pedidos, todo está saliendo de maravilla pero ocurrió algo que pensaba imposible, vi a aquella mujer pasearse entre el salón, los años no la han tratado mal, sigue conservando ese algo que me hizo reconocerla al instante, instintivamente quise tomar mi lápiz y el cuaderno pero no pude, en su lugar tenia vino y bocadillos; lápiz y papel podría conseguirlo yendo a mi habitación pero subir y bajar no era una opción por lo que examine cada parte de ella disimuladamente, tratando de detallar todos esos cambios que ha tenido en su ausencia ante mi vista. Increíble que haya venido a ver mis obras, ¿será fan mía? Aun me sigo haciendo preguntas sobre ella, mi musa anónima. Quise poder acercarme pero algo me decía que era mejor no hablarle, tal vez toda su magia se pierda si le hablo, su personalidad podría romper los estándares que tengo sobre ella aunque seguía tan despampanante como siempre, esta vez vestía de gala, seguía sin baja la mirada o erguirse al igual que todo el lugar pareciera combinar con ella. Todas esas imágenes las guarde en mi mente.

Al culminar la exhibición subí rápidamente las escaleras deseosa para al fin bocetarla como en los viejos tiempos, por alguna extraña razón llevaba el cuaderno de “ella”, curiosamente sólo le quedaba una hoja. Sonreí amargamente con un nudo en la garganta y comencé a bocetar cada detalle de ella que mi memoria me permitió recordar, nuevamente seguía sin poder dibujar a detalle su rostro. Suspire de resignación y con un aura agonizante comencé a pintar; tenía un caballete en la habitación así que sólo fue cuestión de posar un bastidor y comenzar. Las horas pasaban y la pintura iba tomando forma poco a poco hasta que finalmente se convirtió en uno de los contados retratos que hice de ella en pintura. Trague saliva al llegar al rostro pues a pesar de que hice su apariencia actual el rostro era joven, tal vez porque pude apreciarlo mejor o simplemente porque es una señal de que la visión que uno se crea sobre una musa no envejece. Sabía que esa sería la última vez que la vería.
Mis pinturas tomaron un estilo más maduro…como ella. Elegante como su porte y aumentaron de valor como su vestimenta. Probablemente el destino la situó una vez más en el mismo sitio que a mí para poder vislumbrarla y que mi arte evolucionara como lo ha hecho ella. Es curioso que no sepa su nombre pero sí el de su marca favorita, que no conozca su actitud pero sí su estilo de vestir, que nunca haya visualizado detalladamente su rostro pero pueda reconocerla.

Al llegar a casa rocié con fijador el bastidor de su último retrato a excepción del rostro, lo colgué dentro del closet y guarde ahí el cuaderno de bocetos sobre ella, finalmente había usado todas las hojas pero su último retrato me daba la esperanza de que algún día veré de cerca a la mujer que me inspiró a llegar a dónde estoy ahora. Cerré el closet y reí algo nostálgica, me sentía como en mis inicios, motivada por aquella extraña mujer que aleatoriamente entre miles de personas en el mundo tuvo algo que la convirtió sin su consentimiento en mi modelo y musa personal, quien me creo la extraña ideología de hasta no ver su rostro detalladamente no habría mujer con rostro más hermoso que el de ella. Tal vez en el fondo todo esto sí es un poco enfermizo.No. Sonreí. "Mi arte es el enfermizo".

Versión "mejorada": http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=89791