Vi la hora y deduje que ya tenía que irme antes de que dejase de pasar mi autobús.
-Creo que ya tengo que irme, no quiero pagar un taxi hasta mi casa, aún alcanzo el bus-
-Está bien, haría lo mismo jaja- se levantó para abrirme la puerta e íbamos a despedirnos de una vez, le daba pereza acompañarme a la parada, y, accidentalmente ambas volteamos para el mismo lado sin darnos tiempo a detenernos, nos dimos un beso accidental y muy fugaz. Nos vimos y comenzamos a reír nerviosamente pero ninguna de las dos se movía, seguíamos viéndonos fijamente e instintivamente y muy lento acercándonos más y más, deberíamos separarnos, no acercarnos.
Sinceramente Valentina me hace muy atractiva pero el respeto que le tengo como mi amiga se estaba quedando de lado, creo que ese salió primero rumbo a la parada y me dejó sola en esa situación, no fui capaz de quitarme ni detenerla, de hecho la acerqué a mí tomándola por la cintura y ambas estuvimos de acuerdo en lo que estaba sucediendo cuando nos besamos nuevamente.
Comenzamos con besos muy tiernos, la intensidad subía poco a poco, decidí movernos al sillón, me senté y la puse encima mío sobre mis piernas, la tomé por la nuca indicándole que la sesión de besos no había terminado, puso una sonrisa traviesa y se abalanzó para seguir basándonos, esta vez nuestras lenguas se encontraron y di leves mordidas a su labio inferior. Comenzaba a calentarme con sus besos así que comencé a acariciar una de sus piernas, subí lentamente hasta su muslo, fue sencillo dado que llevaba un vestido y sin dudar continúe hasta su trasero, era... suave y firme, lo apreté y Valentina dio un saltito, no se lo esperaba. Nos vimos y reímos nerviosamente otra vez, ¿qué estábamos haciendo?
-¿Puedo?- pregunté poniendo mi mano en un tirante de su vestido. Su respuesta fue un movimiento de cabeza de arriba a abajo y sin más, deslice hacía abajo los tirantes del vestido dejando expuesto su sostén a la altura de mi rostro. Me acerqué a besar la parte de la piel que estaba expuesta mientras acariciaba su trasero y su espalda, ella misma procedió a desabrocharse el sostén dándome una señal de que podía ir aún más lejos, tragué saliva y en ese punto me sentí obligada a preguntar -¿estás segura?-
-No estoy borracha, Lau, hazlo...- el rubor en mis mejillas se intensificó, sentía el rostro muy caliente.
-Eres preciosa- y dicho esto comencé a lamer los pechos de mi mejor amiga, pasaba la lengua por sus pezones ya erectos y besaba cada centímetro de piel a mi alcance, escuchaba su respiración acelerarse y jadear. Sus ruiditos me excitaban muchísimo. No era suficiente, quería mucho más, hice que se levantara para ponerla debajo de mí, su cuello nunca se había visto tan sexy como ahora, decidí besar sus labios una vez mas antes de comenzar a besar su cuello, al acercarme olía a ese perfume que tanto me encanta, inhale extasiada.
Todo estaba ocurriendo sin decirnos mucho, parecía que ella disfrutaba del como la tocaba y yo sin duda de tocarla a ella. Acarició mi cabello a la par que comencé a masajear sus pechos.
-Quiero ir más lejos...- confesé mientras tenía sus pechos entre mis manos.
-¿Qué esperas?- no me esperé esa respuesta, levanté una ceja y sonreí, con un dedo descendí del centro de su pecho hasta su ombligo, comencé a meter mi mano debajo de su vestido para posteriormente invadir debajo de su ropa interior cuando escuchamos un carro estacionarse y a alguien rebuscado entre sus llaves ¡¡era Raúl!!
El extraño trance sexual en el que estábamos se fue por completo, me quite de encima y me arreglé la ropa mientras que ella se metió al baño para vestirse en caso de que su esposo fuera más rápido y entrara antes de que estuviera lista, en el momento que Raúl cruzó la puerta le dije que ya era muy tarde y debía irme, que de hecho solo estaba esperando a que Valentina saliera del baño para que me abriera la puerta.
-¿No te va a acompañar a tomar el taxi o algo?-
-Este, no, creo que le cayó mal la comida y tal vez vaya ahí para largo. ¡Nos vemos!- salí de esa casa como un rayo y Raúl se quedó muy confundido de lo que acababa de pasar ¿cómo le decía que llego justo a tiempo antes de que me cojiera a su mujer y mi mejor amiga? Quien cabe remarcar que son la misma persona.
-Creo que ya tengo que irme, no quiero pagar un taxi hasta mi casa, aún alcanzo el bus-
-Está bien, haría lo mismo jaja- se levantó para abrirme la puerta e íbamos a despedirnos de una vez, le daba pereza acompañarme a la parada, y, accidentalmente ambas volteamos para el mismo lado sin darnos tiempo a detenernos, nos dimos un beso accidental y muy fugaz. Nos vimos y comenzamos a reír nerviosamente pero ninguna de las dos se movía, seguíamos viéndonos fijamente e instintivamente y muy lento acercándonos más y más, deberíamos separarnos, no acercarnos.
Sinceramente Valentina me hace muy atractiva pero el respeto que le tengo como mi amiga se estaba quedando de lado, creo que ese salió primero rumbo a la parada y me dejó sola en esa situación, no fui capaz de quitarme ni detenerla, de hecho la acerqué a mí tomándola por la cintura y ambas estuvimos de acuerdo en lo que estaba sucediendo cuando nos besamos nuevamente.
Comenzamos con besos muy tiernos, la intensidad subía poco a poco, decidí movernos al sillón, me senté y la puse encima mío sobre mis piernas, la tomé por la nuca indicándole que la sesión de besos no había terminado, puso una sonrisa traviesa y se abalanzó para seguir basándonos, esta vez nuestras lenguas se encontraron y di leves mordidas a su labio inferior. Comenzaba a calentarme con sus besos así que comencé a acariciar una de sus piernas, subí lentamente hasta su muslo, fue sencillo dado que llevaba un vestido y sin dudar continúe hasta su trasero, era... suave y firme, lo apreté y Valentina dio un saltito, no se lo esperaba. Nos vimos y reímos nerviosamente otra vez, ¿qué estábamos haciendo?
-¿Puedo?- pregunté poniendo mi mano en un tirante de su vestido. Su respuesta fue un movimiento de cabeza de arriba a abajo y sin más, deslice hacía abajo los tirantes del vestido dejando expuesto su sostén a la altura de mi rostro. Me acerqué a besar la parte de la piel que estaba expuesta mientras acariciaba su trasero y su espalda, ella misma procedió a desabrocharse el sostén dándome una señal de que podía ir aún más lejos, tragué saliva y en ese punto me sentí obligada a preguntar -¿estás segura?-
-No estoy borracha, Lau, hazlo...- el rubor en mis mejillas se intensificó, sentía el rostro muy caliente.
-Eres preciosa- y dicho esto comencé a lamer los pechos de mi mejor amiga, pasaba la lengua por sus pezones ya erectos y besaba cada centímetro de piel a mi alcance, escuchaba su respiración acelerarse y jadear. Sus ruiditos me excitaban muchísimo. No era suficiente, quería mucho más, hice que se levantara para ponerla debajo de mí, su cuello nunca se había visto tan sexy como ahora, decidí besar sus labios una vez mas antes de comenzar a besar su cuello, al acercarme olía a ese perfume que tanto me encanta, inhale extasiada.
Todo estaba ocurriendo sin decirnos mucho, parecía que ella disfrutaba del como la tocaba y yo sin duda de tocarla a ella. Acarició mi cabello a la par que comencé a masajear sus pechos.
-Quiero ir más lejos...- confesé mientras tenía sus pechos entre mis manos.
-¿Qué esperas?- no me esperé esa respuesta, levanté una ceja y sonreí, con un dedo descendí del centro de su pecho hasta su ombligo, comencé a meter mi mano debajo de su vestido para posteriormente invadir debajo de su ropa interior cuando escuchamos un carro estacionarse y a alguien rebuscado entre sus llaves ¡¡era Raúl!!
El extraño trance sexual en el que estábamos se fue por completo, me quite de encima y me arreglé la ropa mientras que ella se metió al baño para vestirse en caso de que su esposo fuera más rápido y entrara antes de que estuviera lista, en el momento que Raúl cruzó la puerta le dije que ya era muy tarde y debía irme, que de hecho solo estaba esperando a que Valentina saliera del baño para que me abriera la puerta.
-¿No te va a acompañar a tomar el taxi o algo?-
-Este, no, creo que le cayó mal la comida y tal vez vaya ahí para largo. ¡Nos vemos!- salí de esa casa como un rayo y Raúl se quedó muy confundido de lo que acababa de pasar ¿cómo le decía que llego justo a tiempo antes de que me cojiera a su mujer y mi mejor amiga? Quien cabe remarcar que son la misma persona.